El nivel intelectual
El nivel de inteligencia tiene mucho que ver con el llamado “Nivel de Forma” de la escritura. La simplificación y espontaneidad de la letra, junto a su carácter personal y la presencia de uniones altas son los rasgos gráficos más característicos que permiten catalogar como “inteligente” una escritura. Son factores coadyuvantes el hecho de que sea progresiva y organizada.
La claridad de ideas
Tener las ideas claras no es sencillo, y menos aun hacerlo sistemáticamente, es decir, tener la predisposición de ver con claridad las problemáticas que la vida pueda plantearnos.
Las personas que tienen esa facilidad escriben, salvo que lo hagan bajo presión, de forma clara y organizada, muchas veces con escritura de las llamadas “tipográficas”, encuadrando muy bien el texto y separando correctamente las partes que lo integran (párrafos, líneas, palabras y letras).
La regularidad, buena ejecución, simplificación, armonía y espontaneidad, unidas a la precisión en signos de puntación, barras de “T” y puntos de “I”, así como la ausencia de tachadura y enmiendas, son también factores escritúrales a tener muy en cuenta a la hora de valorar la claridad o la confusión mentales.
Inteligencia practica
La inteligencia de tipo práctica y concreta, con razonamiento sencillo y dotada de sentido común, se da en las escrituras donde las partes superiores e inferiores sobresalen poco de la zona media o renglón. Por otra parte, la letra rebajada implica un deseo de ajustarse a planteamientos eminentemente prácticos, lo mismo que los renglones horizontales y la simplificación de la escritura.
Así pues la manera en que esta persona trabaja intelectualmente, es sobre todo, práctica, si bien está dotada también para abstraer y plantearse las cuestiones teóricamente.
El Profesor Teillard ve en este tipo de escritos a las personas donde predomina el rasgo de la introversión.
Esto no significa que la persona tenga dificultades en el manejo de las relaciones interpersonales, pues si bien no son expansivas, se conducen con moderación.
Aspectos destacables de la persona en el ámbito laboral
En general una persona tiene un aspecto laboral más o menos amplio, es decir, esta capacitada para realizar una serie de funciones profesionales en las que se puede desenvolver con más soltura y mejor rendimiento.
La experiencia también juega aquí un importante papel, ya que es la que desarrolla las potencialidades y dictamina en último término sobre la calificación profesional.
La grafología permite baremar una serie de cualidades profesionales y, según este panorama, determinar cuáles serían los trabajos más adecuados para esa persona en concreto. Generalmente no es posible precisar de manera absoluta el trabajo en sí, es decir, no se puede afirmar a ciencia cierta que por la escritura una persona está capacitada para ser programador, ingeniero o secretaria ejecutiva. Pero sí podemos decir que una persona tiene facilidad para las relaciones publicas, para trabajos que exijan orden y precisión o bien para otros que exijan dinamismo y capacidad de decisión, resistencia, etc.
Son estas precisamente algunas de las cualidades profesionales que podemos determinar mediante los análisis grafológicos de la escritura.
El rendimiento
Tener un buen rendimiento en el trabajo exige primero una buena disposición y luego una serie de cualidades como la organización del tiempo y la dosificación del esfuerzo, así como un planteamiento claro de los objetivos a conseguir. Y esto es así ya se trate de trabajos físicos o intelectuales.
Las personas naturalmente dotadas para desempeñar trabajos que exijan un notable desgaste con un buen rendimiento, escriben con trazos fuertes y limpios, con mezcla de ángulos y curvas, y predominio de los primeros en la “R” y “S”. El escrito suele ser ordenado dentro del papel, el cual tiende a ocuparse como sinónimo de aprovechamiento del tiempo y las posibilidades en general. Los renglones tienden a ser ascendentes u horizontales, así como la firma y la rúbrica, siendo estas también presionadas.
La constancia
El hecho de ser constante en un determinado cometido es ya una garantía de su cumplimiento, y esto es muy interesante en un amplísimo espectro laboral, desde trabajos de pura gestión, incluso comercial, hasta las tareas en cierto modo rutinarias que exigen la posesión de esta cualidad para llevarlas a cabo.
Una escritura bien ejecutada y ordenada tanto interna como externamente (sobre todo márgenes izquierdo y derecho) ya tiene en sí misma muchos elementos que implican constancia.
La acentuación y puntuación regular y precisa, así como el hecho de que las letras aparezcan unidas entre sí, que exista predominio de los ángulos y que la firma mantenga una uniformidad en su conjunto, son también factores a considerar.
Capacidad de organización
De nuevo la buena ejecución de las letras, así como el orden existe en la zona izquierda unido a la presencia de trazos iniciales largos (rasgo básico), nos llevan a pensar en una buena capacidad organizativa. Son rasgos menos favorables las diferencias en la dirección, la existencia de algunas complicaciones en forma de rasgos excesivos o la irregularidad de ciertas letras claves como son las “T”
(y sus barras), “R”,”S”, así como las “I” con sus puntos, no siempre constante en este escrito. La inexistencia de puntos negros iniciales no es valorable, aunque en caso de existir incrementaría notablemente esta capacidad.
Aptitudes de liderazgo.
Para dirigir a los demás de forma adecuada, con asertividad, respetando a los subordinados a la vez que se ejerce una autoridad natural sobre ellos; guardando las formas y distancias con espontaneidad y manteniendo una postura en todo momento ecuánime y ajustada a planteamientos lógicos. En estas personas debe predominar la faceta denominada “adulto”.
La escritura de estas personas debe tener un nivel de la forma alto y ser organizada, simplificada y de tamaño más bien grande. Es bueno que existan mezclas de ángulos y curvas y que la presión sea firme y vertical. La inclinación también ha de serlo, y las barras de las “T” altas y presionadas, siendo éste uno de los gestos tipo más en consonancia con esta cualidad. También es interesante que las líneas sean horizontales o moderadamente ascendentes, lo mismo que la firma, que será simplificada. La rúbrica sencilla en la que aparezcan rasgos verticales completa el perfil de escritura de los especialmente capacitado para mandar.
“ El liderazgo no es algo que se impone a la gente, es algo que se hace con la gente”
Ken Blanchard